jueves, 6 de octubre de 2016

¿Cómo reciclar lana usada para que quede como nueva?




Seguro que muchas de vosotras habréis tejido una prenda que, una vez hecha y por razones varias (no os ha gustado como ha quedado, se ha pasado de moda, estáis hartas de verla en el armario...) ya no usáis nunca (o no habéis llegado a usar). El caso es que, a veces, cuando pasa esto, la lana sigue estando estupenda y se puede aprovechar para tejer otra cosilla que vuelva a ilusionarnos.

Así que eso voy a intentar, explicaros los pasos sencillos que hay que seguir para que una lana que está llena de ricitos de haber deshecho la prenda, vuelva a su forma normal. Hace poco he tenido que hacer el proceso con un poncho que tejí el año pasado y que no me gustó como quedó. Ha estado en reposo usos cuantos meses y como el invierno se acerca... (a ver si es verdad porque yo sigo asá), a retomar el proyecto!

PASO 1: DESHACER LA PRENDA 

Puedes empezar a tirar del hilo y hacer un ovillo con la lana que vas sacando y que está muy muy rizada (confía que se va a quedar lisita cuando termines). Si eres de las que le gustan las cosas cuanto más rápidas, mejor, puedes unir el paso 1 y 2 sin problema.


PASO 2: HACER UNA MADEJA

Enrollar la lana en torno a algo para que se quede con una forma alargada (forma de madeja). Yo he elegido una silla de mi casa. En el caso de que te hayas decidido por unir el paso 1 y el 2, a la vez que vas tirando del hilo para deshacer la prenda, vas enrollando alrededor de la silla.


PASO 3: ATAR LOS EXTREMOS DE LA MADEJA

Una vez hayamos terminado con todo cogemos un trozo de lana de otro color para hacer 2 nuditos en los extremos de la madeja. Este paso es muy importante si no quieres pasarte horas desenredando lana. Tenemos que rodear nuestra madeja de lana y hacer un pequeño nudito en cada lado. Puedes unir el cabo del final de la lana al hilo del otro color para después identificarlo rápidamente.


Una vez hecho los nudos ya podemos sacar nuestra madeja de la silla. Seguramente esté un poco justito, si habéis ido apretando un poco, así que poco a poco vais tirando y obtendréis una especie de ovejita como en la foto.


PASO 4: PONER EN REMOJO

Cogemos un barreño y lo llenamos con agua para que cubra la madeja de lana. La metemos y dejamos remojándose unas horas. Yo la dejo como mínimo toda la noche para que se empape bien.


PASO 5: DEJAR SECAR

Sacamos la madeja del agua y sin escurrirla ni un poquito, la ponemos en una percha (buscando las hebras que hemos puesto de otro color para separarla por ahí). La dejamos colgada de la ducha para que vaya escurriéndose el agua y la gravedad haga su parte del trabajo (estirar las fibras con el propio peso del agua)


PASO 6: HACER UN OVILLO

Una vez tengamos la madeja de lana ya completamente seca (tarda un poco en secarse, y si es invierno, más), veremos que ha cambiado completamente, está mucho más lisa.

La colocamos alrededor de alguna superficie que sirva para separarla por la parte donde están los nudos. Puedes intentar ponerla en el mismo sitio donde la enrollaste pero puede ser que te cueste mucho trabajo que entre, así que yo he optado por coger una caja un poco más pequeña y colocarla ahí.


Una vez esté bien colocada, cortamos los hilos del otro color que pusimos, buscamos el cabo de inicio y empezamos a hacer un ovillo.


¡¡TACHAN!!
Un ovillo listo para usar


Fácil, ¿verdad?

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